La Ley de Inteligencia Artificial de la UE cobra vida

En febrero de 2020, la Comisión Europea publicó directrices oficiales sobre los retos que plantea la adopción generalizada de la tecnología de IA. A ellas siguió la Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea, que funciona como espina dorsal legislativa para futuros desarrollos.

Abordar los retos es sólo una parte del problema. Otra es hacer que el mercado de la UE sea competitivo frente a las soluciones estadounidenses y chinas. Como se afirma en el Libro Blanco de la CE:

[...] En un contexto de feroz competencia mundial, se requiere un enfoque europeo sólido basado en la Estrategia Europea para la IA presentada en abril de 2018. Para aprovechar las oportunidades que ofrece la inteligencia artificial y abordar los retos que presenta, la UE debe actuar conjuntamente y determinar de qué manera, a partir de los valores europeos, promoverá su desarrollo y adopción.

Ecosistema de excelencia y ecosistema de confianza

Las dos principales conclusiones de las directrices de la UE son las soluciones denominadas ecosistema de excelencia y ecosistema de confianza. En pocas palabras, el primero es un marco de cooperación multinacional entre el sector privado y el público para crear los incentivos adecuados que aceleren la adopción de soluciones basadas en la IA. Un ecosistema de confianza está relacionado con la prevención del uso indebido de la IA, sobre todo por parte del sector privado, pero también por parte de los gobiernos e incluso en aplicaciones militares.

Estas soluciones deberían crear un entorno perfecto para invertir en IA o en empresas relacionadas con los datos. En el Libro Blanco leemos lo siguiente:

En 2016, se invirtieron unos 3 200 millones EUR en inteligencia artificial en Europa, frente a los cerca de 12 100 millones EUR en América del Norte y 6 500 millones EUR en Asia. Ante este hecho, Europa debe aumentar significativamente sus niveles de inversión.

Ley de IA en 2022. No todo el mundo está contento

La Ley de Inteligencia Artificial se encuentra en un punto en el que los países de la UE debaten la adopción universal de las directrices. Pero no todo el mundo está contento, como expresó claramente la legisladora del Parlamento Europeo Svenja Hahn el 22 de marzo de 2022. Por un lado, la Ley de Inteligencia Artificial podría dificultar la adopción de la IA para la vigilancia masiva; por otro, "la regulación tiene que ser favorable a la innovación. No debe introducir otros aspectos, por ejemplo el GDPR" - dijo Svenja Hahn en una entrevista para Reuters. Como miembro de una comisión parlamentaria multipartidista sobre IA, Hahn cree que debería haber un enfoque positivo general hacia la inteligencia artificial.

El debate entre las naciones también lleva cierto tiempo, ya que algunos gobiernos creen que el marco de la UE sobre IA es "otro GDPR". Desde la perspectiva de los ciudadanos, es algo positivo, pero las empresas y los gobiernos pueden verlo de forma diferente.

El proyecto de ley no prohíbe en toda su extensión los usos inaceptables de la IA y, en particular, todas las formas de vigilancia masiva biométrica. Esto deja una preocupante laguna para las tecnologías discriminatorias y de vigilancia utilizadas por gobiernos y empresas -advertía Sarah Chander, del grupo de presión CCIA, en un artículo de biometricupdate.

Uso práctico de la IA teniendo en cuenta la privacidad

Todos podemos imaginar las terribles implicaciones de una adopción perjudicial de la IA, especialmente en la esfera pública. Basta con tomar como ejemplo las prácticas del gobierno chino, con puntuaciones de crédito social, reconocimiento biométrico y millones de cámaras de CCTV acechando a sus ciudadanos. La Ley de Inteligencia Artificial está ahí para prevenir estos escenarios, para bien o para mal. El GDPR en sus inicios también fue muy criticado.

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